Desde que Jamie llegó a Los Angeles, hace más o menos una semana, no ha parado ni un sólo instante. Primero la presentación de The Fall en Netflix, sesión de fotos, y la asistencia a varios eventos: los Globos, el party en apoyo de Eddie Redmayne, evento en los Bafta de Los Angeles, y esta noche en la ceremonia de los Globos de Oro.
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En algunas fotografías, se le ve con la vista algo cansada, y no es para menos. Porque todos esos eventos van acompañados de charlas, no sólo con amigos, también con desconocidos, pero que son importantes en la industria, y por tanto en su trabajo. Y todo ello acompañado de copas. Se puede decir que no ha tenido un minuto de descanso.
Es algo frenético, que pienso no es del agrado de Jamie. Todo es demasiado y a un mismo tiempo. Es para sobrepasar a cualquiera. Algo debía imaginarse, es decir lo sabía de antemano, ya que todos estos eventos se programan minuciosamente y con antelación, se reservan las fechas, etc,.
Es una película de muy alto costo, que por ello, los productores quieren sacar su beneficio. No olvidemos que es un negocio, y además de ello depende la filmación de las otras dos películas, que completarían la secuela.
Todo ello es muy beneficioso para Jamie, para su trabajo, ya que ahora puede elegir los guiones que crea va con su matiz artístico, y no ir "mendigando" audiciones con un video bajo el brazo, en espera de que le dieran una oportunidad. Espero que toda esta vorágine se calme, en un mes, y posteriormente pueda seguir con el ritmo marcado por su agenda, con normalidad. Tiene la filmación de otra película en primavera ( The Siege of Jadotville), que le llevará nuevamente a Belfast. Hay conversaciones para una tercera temporada de The Fall, pero su permanencia en ella, está por ver.
En fin, seguro que no le faltará trabajo, pero él no para de comentar que se encuentra muy cansado. No olvidemos que desde 2013, no ha tenido ni una fecha libre, de un intenso trabajo. Se ha hecho famoso de la noche a la mañana y a toda velocidad. Nada que ver con su trabajo como modelo, en el que según él comentaba, tan sólo le ocupaba unos días al año.
No me extraña, repito, que esté nervioso y alterado, y sólo deseo, de verdad, que todo este laberinto de presentaciones, sesiones de fotos para variadas revistas, entrevistas, televisión, etc. etc. no sea, como se cita en uno de los pasajes del libro , " un tren de mercancías que todo lo arrolle a su paso". Que todo vuelva a su normalidad cuanto antes, que se serene ( difícil con este ritmo), que pueda pasar unos días con su familia y todo sea más normal en su trabajo.
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